lunes, 13 de julio de 2009

Lavar carros en la vía pública es un delito

Agua de alcantarilla y trapos sucios son utilizados para 'limpiar' los vehículos.

La Merced, uno de los barrios más admirados y fotografiados por colombianos y extranjeros, es hoy un inmenso lavadero de carros.

El barrio que ha sido declarado patrimonio arquitectónico de los colombianos es hoy una enorme colección de trapos viejos colgando de los espejos de los carros y baldes viejos llenos de agua de alcantarilla.

Lavar carros en la vía pública es una contravención según el artículo 131 del Código de Tránsito que tiene, además de la multa, la inmovilización del vehículo. Sin embargo, los pseudo cuidadores de carros no advierten de ese riesgo a los conductores que llegan a estacionarse en La Merced y, en muchos casos, a encargar el lavado del vehículo.

Quienes encargan el lavado del carro, más que ayudar, en realidad están fomentando la explotación de menores mediante trabajos solo aptos para mayores. Sí, otro delito.

Por el contrario, por 'tarifas' ya establecidas que van de $4.000 a $6.000, los 'cuidadores' emplean baldes y trapos viejos que nunca son esterilizados y sacan el agua de las alcantarillas y cajas de líneas telefónicas, para perjuicio de los propietarios de los vehículos que en la superficie ven un carro menos sucio, pero que en realidad deja impregnados los carros de bacterias y virus.

Cualquiera de los carros es convertido en 'percha' y quienes dejan las llaves a veces encuentran 'sorpresitas' adentro.

Curiosamente, en un lavadero de carros legal, con las debidas normas de manejo de aguas residuales, el servicio está en rangos que van desde $6.000 a $10.000, pero con aguas limpias...

A plena hora del día, sobre la Carrera Séptima, frente a las instalaciones de Protección S.A., los cuidadores extraen agua ilegalmente para lavar los carros. Vigilantes y propietarios son cómplices.


Una vez que los baldes son llenados con el agua de la alcantarilla, son ocultados en otras para evitar ser descubiertos por la Policía del CAI de San Diego que ya anunció operativos en contra de los propietarios que inflinjan la ley.

Los propietarios residentes y visitantes de La Merced deberían tener más cuidado con sus vehículos y no exponerse a contraer enfermedades infecto-contagiosas por ahorrar solo $1.000, la diferencia entre un servicio legal y uno ilegal.

Con la ayuda de los propietarios de los vehículos, conscientes del daño que ocasionan a sus propios patrimonios, al medio ambiente que es perjudicado con los flujos infecciosos de aguas residuales, a la movilidad que resulta afectada por estacionar en lugares prohibidos, seguramente La Merced volverá a recuperarse.

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