La Merced, uno de los barrios más admirados y fotografiados por colombianos y extranjeros, es hoy un inmenso lavadero de carros.
El barrio que ha sido declarado patrimonio arquitectónico de los colombianos es hoy una enorme colección de trapos viejos colgando de los espejos de los carros y baldes viejos llenos de agua de alcantarilla.
Lavar carros en la vía pública es una contravención según el artículo 131 del Código de Tránsito que tiene, además de la multa, la inmovilización del vehículo. Sin embargo, los pseudo cuidadores de carros no advierten de ese riesgo a los conductores que llegan a estacionarse en La Merced y, en muchos casos, a encargar el lavado del vehículo.

Por el contrario, por 'tarifas' ya establecidas que van de $4.000 a $6.000, los 'cuidadores' emplean baldes y trapos viejos que nunca son esterilizados y sacan el agua de las alcantarillas y cajas de líneas telefónicas, para perjuicio de los propietarios de los vehículos que en la superficie ven un carro menos sucio, pero que en realidad deja impregnados los carros de bacterias y virus.
Curiosamente, en un lavadero de carros legal, con las debidas normas de manejo de aguas residuales, el servicio está en rangos que van desde $6.000 a $10.000, pero con aguas limpias...


Los propietarios residentes y visitantes de La Merced deberían tener más cuidado con sus vehículos y no exponerse a contraer enfermedades infecto-contagiosas por ahorrar solo $1.000, la diferencia entre un servicio legal y uno ilegal.
Con la ayuda de los propietarios de los vehículos, conscientes del daño que ocasionan a sus propios patrimonios, al medio ambiente que es perjudicado con los flujos infecciosos de aguas residuales, a la movilidad que resulta afectada por estacionar en lugares prohibidos, seguramente La Merced volverá a recuperarse.
Rolos de mierda, dejen trabajar al pobre!!!
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